Al parecer nada ha cambiado, pero todo ha dado un traspié. Volvimos a vernos las caras después de tanto tiempo, los malos recuerdos poco a poco vuelven a cobrar vida por un pequeño mal entendido. Podréis creer que las apariencias engañan, y la verdad, es que es cierto; sigo sin saber cómo ni por qué he vuelto a caer en este juego tan absurdo, viéndolo desde fuera sabes exactamente lo que pasará pero yo que estoy sumergida en él, es como si llevara una venda en los ojos. Muchos me advirtieron innumerables veces, insistieron, me prometieron que sabían con certeza lo que pasaría y, sin embargo, yo no les hice caso, hice oídos sordos a todo arriesgándome a que me ocurriera lo mismo de siempre. Ahora que ha vuelto a pasar, esos “te lo dije” retumban en mi cabeza sin cesar, y me recuerdan que por mucho que me cueste o por mucho que me duela esta vez será la última.

Esto es algo que no podré olvidar, que te mienta una persona a la que consideras un verdadero amigo y que te traicione de esta manera es imperdonable; y ya se que muchas veces he vuelto a caer pero juro que esta vez  no se lo perdonaré jamás. De momento, las cosas deben continuar y seguir su curso, y ahora es cuando digo nunca y que ojalá todo fuera para siempre.