A veces pensamos que tenemos todo lo que queremos, pero te das cuenta de que no tienes todo lo que quieres, que te falta algo, algo que te deja un vacío en tu interior que pocas cosas de  las que tienes lo rellenan por completo. Muchas veces te dicen que si quieres algo debes ir a por ello cueste lo que cueste, pero ellos no saben que a lo mejor es imposible de conseguir para ti, que es algo que no conseguirás jamás por mucho que lo intentes, porque lo que quieres conseguir es una persona, que esté contigo para todo lo que necesites, para tus alegría y tus penas, para tu llantos y tus sonrisas, o simplemente porque te gusta su presencia. Los demás no saben que esa persona puede que no quiera estar contigo, que quiera a otra persona, o simplemente no quiera estar contigo porque cree que no eres la persona adecuada para ella, no le atraes, eres una persona más entre todos sus amigos, y ya esta. También sabes que no lo estás pasando mal, pero no te vendría mal esa persona para contarle tus cosas y hablar de lo que no eres capaz de contarle a los demás.
Puede que yo piense que esa persona aparecerá tarde o temprano, aunque a este paso tarde, pero se que está esperando a que llegue yo, y yo estoy esperando a que llegue esa persona; mientras tanto tengo otras tantas personas que nos las cambiaría por anda del mundo, que me alegran los días mientras espero, que me ayudan, y lo más importante que me quieren, y que no tienen miedo en decirme mis defectos y ayudarme a corregirlos.
A todas esas personas, les debo la vida, y a las que pasaron por ella me alegro de haberlas conocido aunque ya no estén, porque también forman parte de ella, porque todas han dejado, por pequeña que sea, su huella.