20:19
10/02/2015
20:19Nos explotamos. Damos más de los que te podemos. Buscamos más de lo que queremos cuando nos encontramos bien. Como yo, todos conocéis lo qu...
Nos explotamos. Damos más de los que te podemos. Buscamos más de
lo que queremos cuando nos encontramos bien. Como yo, todos conocéis lo que
pasa cuando buscamos más de lo que podemos conseguir. Si, un canto en los
dientes para el que lo halla. No sé cómo, ni por qué pero yo lo he vivido varias
veces.
Todos los colores cambian, las voces se
silencian, las puertas se cierran y los cristales se rompen, los buenos
momentos duran días y las pesadillas segundos.
Se me agotan las posibilidades de creer en
el amor, eso que dicen que es tan bonito pero tan doloroso a la misma vez.
Estoy de acuerdo con esta afirmación pero se podría aclarar mejor, el amor no
duele cuando es amor, sino cuando te falta. Comprobadlo cuando querríais,
aunque no os lo aconsejo, continuo llanto cuando se marcha y sabes que no va a
volver y continúa el llanto, sumergidos en un mar de lágrimas saladas
constante.
Olvidamos hasta nuestro propio nombre con
tal de recordar el suyo, hacemos cosas que, como bien se suele decir, se hacen
por amor, pero en realidad no lo hacemos por amor, sino por la persona a la que
nos da ese cariño, el cual es el único que queremos. Suena paradójico pensar
que cualquier otra persona no nos pueda dar cariño, y decir que claramente
cualquier otra persona pueda darnos su amor incondicional, pero cada persona
necesita un amor distinto.
Dicen que una persona no tiene solo una única
media naranja en el mundo, aunque yo me consideró un medio limón ya que medias
naranjas no encuentro.
Dicen que tantas personas hay que pueden
quererte y no lo sabes que acabas eligiendo la que menos te conviene. Encuentro
a la vida un tanto perdida, y la muerte le pisa los talones; la música del
baile de fin de curso se acaba y aún no ha encontrado a su pareja para bailar.
Los cristales rotos de las botellas de bar
me dicen que estoy perdiendo el tiempo en buscar al sapo al que besar, sabiendo
sin ninguna duda que no se convertirá en príncipe jamás.
Sabemos muchas cosas que obviamos, la
mayoría malas, y cuando están tan cerca que casi nos comen, nos damos cuenta de
que no podemos obviar todo lo malo, porque al final acabamos cegados y no vemos
la realidad; acabamos con todos nuestros sueños por creer que no podemos
cumplirlos.
Sintiendo mucho el dolor que me produce a mí
y a ti esto, conociendo como eres y serás, buscando motivos para poder
olvidarte; me he dado cuenta de que todos te aprecian, pero todas esas mismas
personas que te aprecian me dicen que no haga de esto un mundo, y que no te
merecía. Pero a mí me sigue doliendo, me acribillaron tantas veces el corazón
que ya no me queda hilo para coserlo, perdí tantos recuerdos que se está
quedando sin vida, se me despegaron las tiritas de tantos golpes; y ya no me
queda nada con que arreglarlo. No quiero exponerme a que me sané el corazón
alguna persona por miedo a que me haga más daño y que no pueda repararlo jamás.
Por todo esto, guardaré lo más preciado y desastroso que queda de ese horrible y brillante corazón en un cofre, para que, cuando esté segura, abrirlo y dejar que la brisa del tiempo lo curé solo.